El 17 de junio de 2024, durante una entrevista en W Radio, se revelaron graves denuncias relacionadas con el secuestro de una sargento del Ejército Nacional colombiano y sus hijos por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 3 de julio de 2023 en Arauca. Según la sargento, el secuestro fue planeado por el ELN, quienes tenían información detallada sobre ella, incluyendo datos personales y movimientos, y mencionó la presencia de infiltrados del Ejército en la operación.
Además, la oficial cuestionó las órdenes detrás de su secuestro, mencionando que los guerrilleros le atribuyeron las directrices al Ejército Nacional. Desde su liberación el 7 de julio de 2023, ha enfrentado persecución y falta de apoyo por parte de la institución, incluso siendo objeto de investigaciones disciplinarias por solicitar permisos médicos relacionados con las secuelas del secuestro.
Ramírez también compartió un tenso intercambio con una teniente del Ejército que minimizó su situación post-secuestro y denunció recibir llamadas intimidantes, supuestamente de la Unidad Nacional de Protección, instándola a mantener silencio. A pesar de ser considerada testigo clave por la Fiscalía, rechazó medidas de protección que incluían esconderla y proveerle vivienda y comida.
Estas revelaciones han puesto en entredicho la seguridad y el apoyo institucional hacia los miembros del Ejército Nacional, así como la presencia de infiltrados y la respuesta frente a situaciones de riesgo como secuestros.