La prohibición de un vuelo y la deportación de observadores electorales aumentaron la tensión antes de las presidenciales en Venezuela este fin de semana, donde Nicolás Maduro busca un tercer mandato. Autoridades venezolanas impidieron el despegue de un vuelo de Copa Airlines desde Panamá a Venezuela, que llevaba a varios exgobernantes latinoamericanos, incluidos Mireya Moscoso, Miguel Ángel Rodríguez, Jorge Quiroga, Vicente Fox y Marta Lucía Ramírez, quienes asistirían como invitados de la oposición.
Según el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, el gobierno venezolano bloqueó el espacio aéreo y retuvo los aviones por varias horas por «cuestiones políticas». Moscoso relató que el avión estaba lleno de venezolanos que iban a votar y que muchos lloraron pidiendo que se quedaran. Fox calificó el incidente como una «mala señal». La exvicepresidenta colombiana Marta Lucía Ramírez afirmó que fueron invitados por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado para acompañar las elecciones, no como observadores oficiales.
Diosdado Cabello, líder chavista, había anticipado que se les impediría la entrada, calificándolos de «showseros». Además, diez congresistas y eurodiputados del Partido Popular español denunciaron su deportación a su llegada al aeropuerto de Maiquetía. Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, exigió su liberación inmediata. Los parlamentarios fueron expulsados del país en otro avión debido a resoluciones que votaron en el Parlamento Europeo.
La senadora colombiana Angélica Lozano y la exalcaldesa de Bogotá Claudia López también denunciaron su deportación. Lozano aseguró que le quitaron el pasaporte durante una hora y media y no les permitieron usar el teléfono para contactar al embajador. López, deportada «arbitrariamente y bajo amenazas», expresó su apoyo a los venezolanos y afirmó que el régimen se acabará el domingo.
Finalmente, los senadores chilenos Felipe Kast y José Manuel Rojo Edwards también fueron deportados. Kast denunció la arbitrariedad de la decisión y el gobierno chileno envió una nota de protesta a Venezuela. La Presidencia del Senado chileno calificó los hechos de «antidemocráticos» y de «la mayor gravedad».