En los últimos tiempos, la imagen de Medellín ha sido opacada por una preocupante oleada de denuncias sobre inseguridad, robos y violencia extrema. Recientemente, una investigación reveló la existencia de una peligrosa banda criminal que se dedicaba a torturar de manera brutal a mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQ+ en distintos puntos de la ciudad.
Esta organización, según un informe de la revista Semana, secuestraba a sus víctimas en hoteles y apartamentos, sometiéndolas a torturas con cuchillos, planchas calientes y otros instrumentos. Las víctimas eran dejadas heridas, desnudas y amarradas, en un intento por intimidarlas y robarles sus pertenencias.
Testimonios de ocho mujeres, quienes fueron víctimas de estos criminales en barrios como El Poblado, Laureles y Belén, describen escenas de horror. Una de las víctimas contó cómo fue amenazada con un cuchillo en los ojos y las partes íntimas, mientras que otra relató haber sido quemada en la espalda con una plancha mientras estaba atada y amordazada.
Tras meses de seguimiento, la Fiscalía, en colaboración con el Gaula de la Policía de Medellín, logró identificar y capturar a los integrantes de esta banda. Entre los detenidos están Miguel Ángel Botero Mosquera, David Alonso García Restrepo, María Paula Sierra Alba y William Samuel Suárez Rubiano, quienes ya habían operado en Bogotá hace dos años, donde fueron denunciados por los mismos delitos, pero lograron escapar de la justicia.