El presidente Gustavo Petro reconoció este 18 de octubre que el Gobierno está «nervioso» ante los riesgos que enfrenta la XVI Conferencia de las Partes (COP16), que se celebrará en Cali a partir del 21 de octubre. A pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad, el evento, enfocado en la protección de la biodiversidad, se ve amenazado por grupos armados disidentes, como el Estado Mayor Central (EMC) de las Farc, que pidió a las delegaciones abstenerse de asistir debido a la ofensiva militar en el Cauca.
En un discurso desde Arauca, Petro mencionó los desafíos de seguridad, calificando a la COP16 como «el evento más grande que ha hecho Colombia ante el mundo», pero también uno que está bajo amenazas. El presidente hizo un llamado a la unidad para que la conferencia no sea utilizada como «vitrina de la muerte», sino como una oportunidad para mostrar «lo hermoso que hay en Colombia».
A pesar de la advertencia del EMC y los recientes ataques violentos, se espera que asistan representantes de 200 países y unas 12.000 personas. La Unidad Nacional de Protección (UNP), junto con las Fuerzas Armadas y la Policía, ha implementado un plan especial de seguridad para el evento y el presidente. La COP16 es vista como un evento clave tanto en el ámbito ambiental como en el posicionamiento internacional de Colombia, en un momento crítico para abordar la crisis climática global.