Diego Cancino, presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), ha sido denunciado por acoso sexual por Viviana Vargas Ávila, quien trabaja en el Ministerio del Interior.
Vargas relata que, durante una reunión, Cancino le insistió en beber alcohol y posteriormente intentó acosarla físicamente. Ella afirmó que Cancino intentó acercarse a ella en varias ocasiones y le hizo comentarios inapropiados.
El director de la SAE, por su parte, ha respondido a las acusaciones, admitiendo que intentó cortejar a Vargas y que, aunque deseaba besarla, no consideró sus acciones como acoso. En entrevista con la Revista Cambio defendió su conducta, asegurando que no había relación de poder entre ellos, ya que no estaba vinculado al gobierno en ese momento. También negó haber tocado a Vargas sin su consentimiento, insistiendo en que todo ocurrió en un contexto de coqueteo.
“Yo intenté en el cortejo acercarme a ella, lo admito, estaba cortejando, pero jamás para que se considere acoso sexual…. Me parecía bella, valiente, impresionante y yo estaba cortejándola. Por eso yo intenté acercarme y darle un pico, un beso. Eso es totalmente cierto, eso fue en medio del cortejo y de la simpatía”, precisó.
La situación ha generado un debate sobre las dinámicas de poder y el comportamiento en entornos laborales, mientras que Cancino sostiene que pudo haber malinterpretado las interacciones con Vargas. Su versión sugiere que no tenía la intención de incomodarla y que estaba actuando bajo la premisa de un interés romántico, pero las críticas en su contra tienen una tónica totalmente diferente, al punto de que se ha exigido su renuncia al cargo.