El departamento del Cauca se encuentra en el umbral de un nuevo conflicto armado. Según información de inteligencia de la fuerza pública, Neftalí Riascos, alias Marcos Pacífico, cabecilla de la estructura José María Becerra del ELN, habría ordenado una ofensiva criminal contra las disidencias de las Farc lideradas por alias Iván Mordisco.
La orden específica de Marcos Pacífico es atacar a la estructura Carlos Patiño, una de las más violentas bajo el mando de Mordisco. Según las autoridades, el ELN estaría buscando recuperar el control de zonas estratégicas en el sur del Cauca, donde operan cultivos ilícitos, laboratorios de procesamiento de drogas y rutas clave del narcotráfico hacia el Pacífico.
De acuerdo con testimonios de desmovilizados, documentos y labores de inteligencia, la estrategia del ELN incluye la infiltración de campamentos disidentes y la instalación de explosivos en áreas donde operan. Además, estarían ofreciendo entre 10 y 20 millones de pesos a integrantes de la estructura Carlos Patiño para obtener información sensible, armamento y municiones, o incluso para atraerlos a sus filas.
Las operaciones del ELN se concentrarían en las zonas de Brisas y La Mesa, en el municipio de Patía, donde ya habrían enviado miembros para realizar labores de inteligencia criminal. Su objetivo principal sería alias El Mocho, un líder clave de las disidencias.
Este conflicto por el control de las rutas del narcotráfico y los cultivos ilícitos amenaza con recrudecer la violencia en una región históricamente golpeada por el conflicto armado. Las autoridades han advertido que la situación podría escalar rápidamente, poniendo en riesgo a la población civil y la estabilidad del Cauca.
El gobierno nacional aún no se ha pronunciado oficialmente sobre estas denuncias, mientras la fuerza pública refuerza su presencia en la región para intentar contener lo que podría convertirse en una nueva ola de enfrentamientos en el suroccidente del país.