La selva del Darién sigue siendo una ruta migratoria peligrosa y desafiante para miles de personas que buscan una mejor vida. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, más de 369.000 personas cruzaron esta zona fronteriza durante los primeros diez meses de 2024.
La mayoría de los migrantes son venezolanos, colombianos, ecuatorianos y haitianos, aunque también se ha registrado un aumento en el flujo de personas provenientes de Asia y otros países. La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, expresó su preocupación por la situación, destacando que la migración no solo es un desafío para los migrantes, sino también para los países que los reciben.
La situación es particularmente crítica para los menores no acompañados, quienes atraviesan la selva sin tutela y están expuestos a graves riesgos. La Defensoría del Pueblo instó a los gobiernos a establecer rutas seguras y a fortalecer la cooperación internacional para prevenir las violaciones a los derechos humanos en esta zona