En Ankara, los equipos de rescate ya dieron por terminados los trabajos de búsqueda de supervivientes en las provincias de Sanliurfa y Kilis.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó que la respuesta a la emergencia del terremoto “no fue todo lo rápida” como lo fuera querido, ya que, por los grandes daños en carreteras e infraestructura, el tiempo y el clima, no lo permitieron como en verdad lo deseaban, a eso también le suma al desespero de las personas de huir de las zonas afectadas utilizando sus vehículos.
El mandatario turco, ante las criticas de las labores de su gobierno, respondió diciendo que “nadie puede cuestionar el compromiso” que el hecho de que la zona mas golpeada por el terremoto fuese “tan extensa” y eso hizo que la tarea de rescate fuera complicada y de mucho más tiempo.
Más de 22.300 muertos y 80.700 heridos, es el total de víctimas hasta ahora que los seísmos han dejado en ambos países. En Turquía, los fallecidos suman 18.991 y los heridos, más de 75.000. Hay más de 12.000 edificios completamente destruidos y otros con graves dañados. En Siria, las víctimas mortales son 3.384, de ellas 2.030 en las zonas del noroeste del país controladas por los rebeldes.
En Siria, el presidente Bachar el Asad se ha desplazado a varias de las zonas sumergidas por los seísmos, donde ha visitado a algunos heridos en el Hospital universitario de Alepo. Este sería el primer viaje del mandatario a las regiones más castigadas por los temblores.
El presidente Erdogan ha emito una alerta en la que un grupo de personas están “asaltando” los negocios y ha activado el estado de emergencia para poder responder a estas situaciones. El mandatario indicó que “No dejaremos a nadie bajo los escombros”.