Un grupo de la hinchada verdolaga se enfrentó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) dentro del escenario deportivo, causando temor en los asistentes.
El estadio Atanasio Girardot, en la ciudad de Medellín se vio envuelto en una compleja situación de violencia en medio del encuentro entre Atlético Nacional y América de Cali, partido que tuvo que ser suspendido por los actos de violencia e inseguridad presentados por parte de los hinchas y las barras bravas.
Un grupo de hinchas del equipo del Atlético Nacional inconforme con la gestión de la directiva de la misma, se enfrentó al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) dentro del escenario deportivo, generando temor.
El partido tenía una alta expectativa como un clásico del fútbol colombiano, pero por los sucesos tuvo que ser aplazado, en las próximas horas se espera que las directrices tomen la decisión.
Ante los desmanes y enfrentamientos en el estadio, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, afirmó que la violencia no será tolerada y revelo algunas exigencias para que Nacional pueda volver a jugar como local en el estadio Atanasio Girardot.
Quintero Calle, confirmó que no prestarán el estadio a Nacional hasta que se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre la barra y las directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo.
En ese sentido, Nacional no podrá jugar en el Atanasio Girardot sin importar si sus juegos cuentan o no con presencia de público, hasta que exista una solución por parte de la dirigencia.
Desde la Alcaldía de Medellín exigen condiciones mínimas de seguridad para que Nacional pueda jugar como local, lo que implica que la vigilancia sea pagada por el equipo y que exista un compromiso extra por parte de la dirigencia y los hinchas.