Exjefe paramilitar entrega información sobre operación conjunta entre Autodefensas y Ejército durante el Gobierno de Ernesto Samper.
En un testimonio ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso entregó información sobre operaciones conjuntas entre las Autodefensas Unidas de Colombia y la fuerza pública en la década de 1990. En particular, Mancuso mencionó una operación de desmovilización del Ejército Popular de Liberación (EPL) coordinada durante el Gobierno del expresidente Ernesto Samper.
Según Mancuso, la desmovilización del EPL habría sido planificada con altos mandos militares y el exjefe paramilitar Carlos Castaño con el objetivo de obtener reconocimiento público y avanzar en sus carreras militares. Mancuso afirmó que 240 guerrilleros del EPL entregaron sus armas en un acto público, pero días después se unieron a las Autodefensas.
El exjefe paramilitar también reveló que algunos de los desmovilizados del EPL participaron en la masacre de Mapiripán junto a Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, excomandante del Clan del Golfo. Según Mancuso, la desmovilización del EPL tenía una parte legal y otra ilegal, y aseguró que el Gobierno de Samper estaba al tanto. Mancuso destacó que Carlos Castaño se comunicó directamente con el entonces ministro del Interior, Horacio Serpa, para informarle sobre la operación.
Finalmente, Mancuso reveló que parte de la desmovilización del EPL se llevó a cabo en una finca propiedad de los hermanos Castaño y que los guerrilleros fueron transportados hasta allí por el Ejército. Estos nuevos detalles ponen de manifiesto la complejidad y gravedad de la relación entre grupos armados ilegales y las fuerzas de seguridad en Colombia.