El exjefe de Estado de Colombia rechaza rotundamente las afirmaciones del excomandante paramilitar y se compromete a colaborar con cualquier investigación para esclarecer los hechos.
El exjefe de Estado de Colombia, Álvaro Uribe, emitió una declaración en respuesta a las acusaciones del excomandante paramilitar, Salvatore Mancuso, quien implicó a Uribe en el presunto retiro de la protección al alcalde de El Roble, Sucre, antes de su asesinato en 2003.
Uribe rechazó categóricamente las acusaciones y afirmó que durante su mandato, tanto las guerrillas como los paramilitares fueron enfrentados de manera equitativa en su lucha por el control del país. Además, señaló que se brindó protección a más de 300 alcaldes amenazados, independientemente de su afiliación política.
En relación al asesinato del alcalde del Roble en 2003, Uribe enfatizó que durante su Gobierno se realizaron esfuerzos significativos para proteger a los funcionarios locales amenazados, y lamentó profundamente el trágico suceso. Reiteró que nunca habría ordenado la retirada de la protección a un Alcalde en peligro, desmintiendo rotundamente las afirmaciones de Mancuso.
Uribe recordó que su compromiso con la seguridad y el bienestar de los ciudadanos fue siempre prioritario, y que las acusaciones infundadas en su contra buscan socavar su reputación y distorsionar la verdad. En este sentido, resaltó que las afirmaciones de Mancuso carecen de fundamento y precisión, y destacó que su relación con él fue mínima, limitándose a saludos protocolares en eventos públicos.
El exfuncionario hizo un llamado a no dejarse influir por acusaciones infundadas y a considerar la importancia de los hechos verificables y las pruebas concretas en cualquier análisis objetivo. Asimismo, reiteró su disposición a colaborar plenamente con cualquier investigación que se realice para esclarecer los hechos y aseguró que confía en que su inocencia quedará demostrada.