Controversia por la designación de exparamilitar como gestor de paz en Colombia.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció hoy la designación del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso como «gestor de paz» en un intento por lograr «la completa paz» en el país. La noticia ha generado una gran controversia debido al pasado violento de Mancuso y su implicación en el paramilitarismo.
Petro comunicó esta polémica decisión a través de su cuenta en Twitter, donde argumentó que el proceso de paz entre el gobierno de Uribe y los paramilitares aún no ha concluido y que muchas víctimas aún esperan justicia. Afirmó que la designación de Mancuso como gestor de paz tiene como objetivo finalizar el proceso de negociación de Santa Fe de Ralito.
La figura de gestor de paz ha sido utilizada por el presidente para involucrar a diferentes actores en la construcción de la paz en el país. Sin embargo, la elección de un exparamilitar como Mancuso para este papel ha generado fuertes críticas por parte de diversos sectores políticos y de la sociedad civil. Muchos argumentan que su pasado criminal y su responsabilidad en graves violaciones a los derechos humanos lo hacen inadecuado para asumir esta importante función.
En mayo, Mancuso ya se presentó virtualmente ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para dar información sobre el funcionamiento del paramilitarismo y su relación con altos mandos militares. Sus declaraciones han puesto de relieve la complejidad y la gravedad del conflicto armado en Colombia.
En respuesta al anuncio de su designación, Mancuso emitió una carta donde recordó un enfrentamiento previo con el actual presidente Petro cuando este era representante a la Cámara y cuestionó el poder paramilitar en Colombia. En un giro irónico, Mancuso destacó que ahora el mismo representante que alguna vez fue su opositor es el presidente que lo ha nombrado gestor de paz.
Esta decisión ha generado un fuerte debate en el país sobre la reconciliación y la búsqueda de la paz, ya que algunos ven la inclusión de exparamilitares en estos roles como una oportunidad para el arrepentimiento y la reparación, mientras que otros la consideran una afrenta a las víctimas y una falta de garantías para la justicia y la verdad.
El proceso de paz en Colombia ha sido un camino largo y complicado, y la designación de Mancuso como gestor de paz solo aumenta la incertidumbre y la división en torno a la reconciliación nacional. La sociedad colombiana sigue buscando respuestas y soluciones para alcanzar una paz duradera y justa para todos los ciudadanos.