El ciclón Daniel ha causado una devastación significativa en el este de Libia, especialmente en la ciudad de Derna, donde barrios enteros han sido arrastrados por inundaciones.
Se informa que más de 2.000 personas han perdido la vida y alrededor de 1.200 están desaparecidas como resultado de este desastre natural, según declaraciones del jefe del Gobierno paralelo del este del país, Osama Hammad.
La ciudad de Derna epicentro de esta crisis ha sido golpeada con una fuerza inimaginable, con barrios literalmente arrasados por las inundaciones. Hammad, al describir la escena, hizo hincapié en que parecía como si un mar enfurecido hubiera engullido partes enteras de la ciudad.
Las precipitaciones que acompañaron al ciclón alcanzaron niveles récord superando los 400 milímetros por hora, una cifra que no se había visto en las últimas cuatro décadas, según confirmó el Centro Nacional de Meteorología. Esta intensidad sin precedentes de lluvias ha sumido a la ciudad de Derna en el caos provocando un colapso total de las infraestructuras públicas y privadas, así como el cierre de rutas terrestres cruciales.
En respuesta a esta tragedia el Gobierno de Unidad Nacional (GUN) con sede en Trípoli ha declarado tres días de luto nacional y se ha comprometido a proporcionar indemnizaciones a las víctimas. Además, se ha anunciado el envío urgente de refuerzos a Derna, incluyendo ambulancias y equipos médicos vitales para apoyar a los hospitales locales en medio de la creciente demanda de atención médica.
La Misión de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) ha expresado su profunda preocupación por la situación y ha anunciado su compromiso de brindar apoyo a los afectados en estos momentos tan difíciles. Mientras tanto, la comunidad internacional está movilizando esfuerzos a contrarreloj para responder a esta crisis humanitaria en Libia, lo que resalta la vulnerabilidad de la región ante fenómenos meteorológicos extremos.