El pasado 1 de agosto, al término de la audiencia de imputación de cargos, Nicolás Petro anunció que colaboraría con la Fiscalía a cambio de beneficios procesales, entregando información sobre otros involucrados en el escándalo por el cual lo están investigando.
“Quiero anunciar a Colombia que iniciaré un proceso de colaboración en la que me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia. Lo hago por mi familia y por mi bebé que viene al camino”, expresó en aquel momento.
Sin embargo, casi dos meses después decidió cambiar su opinión de manera radical, afirmando que no se “arrodillará” ante ningún “verdugo” y dejando claro que -a su juicio- el fiscal Francisco Barbosa no es confiable.
“Hoy inicia la lucha de mi vida, sabía que la Fiscalía de Barbosa no era de fiar y hoy lo demostraron. Me han presionado hasta el límite con la única intención de convertirme en un arma contra mi padre. Decidí levantarme y no arrodillarme ante el verdugo”, escribió el exdiputado del Atlántico en su cuenta de X (antiguo Twitter).
En tal sentido, la Fiscalía informó que envió un escrito de acusación ante los Juzgados Penales del Circuito Especializados de Barranquilla, y ahora lo que sigue es que Nicolás Petro enfrente un juicio por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Recordemos que al hijo del presidente de la República se le investiga por haber recibido dineros procedentes de personas vinculadas al narcotráfico, durante la campaña presidencial de su padre en el año 2022.
De acuerdo con la información que se conoce hasta ahora, él pidió recursos para la campaña electoral, pero solo un poco de estos ingresaron a la misma (presuntamente sin que Gustavo Petro lo supiera), el resto lo utilizó para engrandecer su patrimonio.