El talentoso futbolista Luis Díaz, quien viajó desde Inglaterra para unirse a la selección nacional en las eliminatorias del Mundial 2026, vivió un encuentro conmovedor en la sede de la Selección Colombia. Tras llegar a Bogotá y realizar una escala hacia Barranquilla, Díaz se encontró con la sorpresa de que su padre, quien estuvo secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) durante 12 angustiosos días, lo aguardaba.
La liberación de su progenitor tuvo lugar hace menos de una semana gracias a una mediación liderada por la ONU y la iglesia católica. El futbolista, conocido por su habilidad en la cancha, experimentó un torbellino de sentimientos al abrazar a su padre, quien había enfrentado momentos difíciles mientras su hijo se encontraba en el extranjero destacándose en el Liverpool FC. Los abrazos y las lágrimas no faltaron.
El ELN, responsable del secuestro, ha sido objeto de condena nacional por sus acciones. Sin embargo, sus cabecillas siguen alegando que raptar al padre del futbolista fue un error, pero por el hecho de ser una figura pública, ya que sostienen que el secuestro y la extorsión son sus únicas dos fuentes de financiación y no dejarán de ejecutarlas.
A propósito de eso, vale decir que la liberación del padre de Luis Díaz ha generado un movimiento masivo en redes sociales para exigirle al Gobierno que trabaje para también devolverle la libertad a los más de 200 colombianos que estás cautivos desde hace meses, a la espera de ver la luz al final del túnel.