Cuando Salvatore Mancuso vuelva a Colombia no solo lo hará teniendo el rol de gestor de paz que le otorgó el Gobierno, sino que además estará cobijado por la ley de sometimiento de la Justicia Especial para la Paz (JEP).
La JEP decidió aceptarlo «de manera excepcional» después de la Audiencia Única de Verdad que se llevó a cabo este jueves en Bogotá, ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, cuya magistrada a cargo fue Heydi Baldosea.
«La JEP aceptó de manera excepcional el sometimiento de Salvatore Mancuso como sujeto incorporado a la fuerza pública, entre 1989 y 2004. Es decir, la JEP considera que Mancuso ejerció un rol de bisagra o punto de conexión entre paramilitares y la fuerza pública», informó este tribunal, el cual escuchó la declaración del exlíder paramilitar de manera virtual, pues se conectó desde la prisión en la que se encuentra en Georgia-Estados Unidos.
La togada dijo durante la diligencia de Mancuso «se pudo ver a una persona con una actitud distinta a la que las y los colombianos vieron en el Congreso de la República en el año 2004, dispuesto a dignificar a las víctimas».
En este sentido la JEP informó que «la sala conminó al señor Salvatore Mancuso Gómez para que dicha actitud no solo se mantenga, sino que sea progresiva y se amplíe con fines al aporte de los derechos de las víctimas y a los procedimientos restaurativos que adelanta este Jurisdicción».