En una reunión histórica entre los presidentes de Colombia y Venezuela, Gustavo Petro y Nicolás Maduro respectivamente, se anunciaron avances sustanciales que podrían cambiar el panorama energético de ambas naciones. Una de las revelaciones más destacadas fue la posibilidad de una asociación estratégica entre Ecopetrol, la empresa estatal colombiana, y Petróleos de Venezuela (PDVSA), para la exploración conjunta de campos de gas y petróleo.
El presidente Petro, al salir de la reunión en Caracas, afirmó con optimismo: «Es muy probable que Ecopetrol se convierta en socia de PDVSA en la explotación de campos de gas en Venezuela y en campos de petróleo. Así se asegurará en ambas vías energía eléctrica para Venezuela y materias primas fósiles hacia Colombia.»
Estas declaraciones no han pasado desapercibidas en Colombia, generando cuestionamientos y debates sobre la coherencia de esta posible alianza. El exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, expresó su sorpresa en redes sociales, señalando la aparente contradicción entre la prohibición de la exploración de hidrocarburos en Colombia y la potencial asociación con Venezuela para llevar a cabo dicha actividad.
La reunión a puertas cerradas entre los mandatarios también abordó temas como el fenómeno del niño, acuerdos en seguridad energética, y desarrollo petrolífero conjunto. Maduro destacó el respaldo total de Venezuela a Colombia para avanzar hacia la paz total, especialmente considerando la presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio colombiano.
El presidente Petro aprovechó la ocasión para criticar la decisión del gobierno anterior, encabezado por Iván Duque, de suspender las relaciones diplomáticas con Venezuela. Estos gestos de acercamiento y colaboración marcan un cambio significativo en la dinámica regional, buscando superar tensiones y trabajar en conjunto para abordar desafíos comunes.
La posible asociación entre Ecopetrol y PDVSA podría representar un hito en la cooperación económica entre ambos países, abriendo nuevas oportunidades y desafíos que seguramente serán seguidos de cerca por la opinión pública y los actores involucrados en el sector energético.