La situación en el Cauca exige una respuesta firme y coordinada de las autoridades para contrarrestar esta ola de violencia que ha sacudido la región.
El presidente Gustavo Petro ha condenado enérgicamente el asesinato del alcalde de Guachené, Élmer Abonía, ocurrido en un ataque armado el viernes por la noche. A pesar de ser trasladado a un centro médico, el mandatario falleció, sumiendo a la región en luto político.
En respuesta, el Ministerio del Interior ha anunciado medidas urgentes: el comandante de la Dijín y el ministro Luis Fernando Velasco se desplazarán al Cauca para evaluar la situación de orden público. Esta decisión surge tras dos masacres reportadas en Santander de Quilichao el mismo día, elevando la presión por reforzar la seguridad en una de las zonas más afectadas por la violencia.
El presidente Petro expresó solidaridad con los familiares de Abonía y las demás víctimas, exigiendo a los grupos ilegales cesar sus acciones criminales. Además, aseguró que los responsables de estos crímenes no quedarán impunes.
En paralelo, el gobernador del Cauca convocó un Consejo de Seguridad urgente en Santander de Quilichao para evaluar medidas contundentes contra las estructuras armadas ilegales en el norte del departamento.
El Gobierno ofreció recompensas por información que aclare el atentado al alcalde de Guachené y las masacres en el resguardo indígena de Canoas, instando a la comunidad a denunciar y rechazar la violencia.
La situación en el Cauca exige una respuesta firme y coordinada de las autoridades para contrarrestar esta ola de violencia que ha sacudido la región.