En 2023 en Santiago de Chile, Colombia recibió la bandera de los Juegos Panamericanos como confirmación de que Barranquilla sería la sede de la realización de los mismos en el 2027. Eso significó una emoción grande en el país por lo que representa tanto en lo deportivo, como en lo que respecta al turismo y comercio.
Pero lamentablemente las emociones se vivieron al suelo este 3 de enero cuando se conoció que la capital del Atlántico perdió la sede y que todas las expectativas que se tenían deben quedar en el olvido automáticamente.
El presidente de los Juegos Panamericanos envió una carta al director del Comité Olímpico de Colombia para notificar la decisión que se tomó y dejar por sentado que el motivo por el cual se le quita la sede a Barranquilla de manera «indeclinable», es por el incumplimiento en los requisitos que están plasmados en el contrato suscrito.
Aunque dicha misiva no específica de qué tipo de incumplimiento se habla, muchos congresistas han manifestado en sus redes sociales que la falla estuvo en el pago que debía hacer el Ministerio de Deporte y no lo hizo, por concepto de los derechos oficiales de los juegos.
Legisladores, líderes políticos y figuras deportivas están a la espera de que la presidente del Comité Olímpico, el presidente Gustavo Petro o algún delegado del Ministerio del Deporte, entreguen declaraciones al respecto y le den una explicación válido tanto a los barranquilleros como al resto de los colombianos que esperaban albergar el torneo panamericano.