El cardenal Pedro Rubiano Sáenz falleció a los 91 años en su residencia en Bogotá, aparentemente por causas naturales y después de entregar 68 años de su existencia a la vida sacerdotal, lo cual lo llegó a ser reconocido por el catolicismo en todo el mundo.
Su cuerpo quedará para siempre en la capilla Nuestra Señora de los Dolores de la Catedral Primada de Bogotá, en donde harán sus exequias este 17 de abril. Antes de eso se llevará a cabo un acto fúnebre este martes, en la Arquidiócesis de Bogotá (Carrera 7 No. 93A – 50), de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Nacido en Cartago, Valle del Cauca, el 13 de noviembre de 1932, se desempeñó como arzobispo de Bogotá desde 1994 hasta 2010. Durante su vida sacerdotal de 68 años, ocupó varios cargos pastorales y episcopales, incluyendo la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia en tres ocasiones.
Fue reconocido por su labor social, siendo creador del Banco Arquidiocesano de Alimentos y promotor de la creación de nuevas diócesis en Bogotá. Nombrado cardenal por el Papa Juan Pablo II en 2001, participó en el cónclave que eligió al Papa Benedicto XVI en 2005. Su legado incluye una larga trayectoria dedicada al servicio religioso y social en Colombia.