El 18 de noviembre, habitantes de la zona rural de San Pelayo bloquearon la vía de Santa Lucía, cerca del puente nacional que conecta con La Madera, como protesta por la grave escasez de agua potable en la región. Los manifestantes, mayormente campesinos, denuncian que desde hace años se han visto obligados a utilizar fuentes de agua contaminada para satisfacer sus necesidades básicas, lo que pone en riesgo su salud y limita el progreso de la comunidad.
Los protestantes exigen una solución inmediata y advirtieron que no levantarán el bloqueo hasta que sus demandas sean atendidas. Consideran que el acceso al agua potable es un derecho fundamental que las autoridades locales y nacionales han ignorado.