En un impactante caso que pone en entredicho la seguridad interna del país, la Fiscalía General de la Nación capturó a tres suboficiales del Ejército Nacional acusados de participar en una red que desviaba municiones de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas para ser vendidas a grupos armados ilegales.
Los detenidos, identificados como el sargento viceprimero José Arturo Cavarique Acosta, el sargento segundo Jhorman Francisco Torres Parra y el suboficial José Arturo López Astudillo, estarían involucrados en el envío mensual de hasta 40.000 cartuchos de fusil. Según las investigaciones, los implicados habrían extraído el material bélico de varios batallones y manipulado los sistemas informáticos del Ejército para encubrir las irregularidades.
El modus operandi incluía el camuflaje de las municiones en baterías de vehículos y autobuses interdepartamentales, que eran enviados a zonas de conflicto como Cauca y Arauca. Los pagos por estas operaciones ilícitas se realizaban mediante consignaciones bancarias y billeteras virtuales, lo que dificultaba el rastreo de los fondos.
Las capturas se llevaron a cabo en tres ubicaciones clave: el Fuerte Militar de Tolemaida (Cundinamarca), el Hospital Militar de Bogotá y el Comando de Operaciones Logísticas N°2 en Cali. Una fiscal de la Seccional Tolima les imputó siete delitos, entre ellos concierto para delinquir, tráfico de armas y peculado por apropiación, cargos que los uniformados no aceptaron.
Este caso evidencia graves fallas en los controles internos de las Fuerzas Militares, al tiempo que expone los riesgos de corrupción que pueden comprometer la seguridad nacional. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar si existen más involucrados en esta red criminal.