Watcharapong Boonsaior, director de la cárcel de Koh Samui (Tailandia) en la que se encuentra Daniel Sancho, dijo a la prensa local que este joven español de 29 años ha adquirido una “obsesión” dentro de su celda.
Boonsaior explicó que dicha obsesión consiste en evaluar todos los días, durante muchas horas consecutivas, la investigación que están haciendo en su contra tras confesar que le quitó la vida al médico colombiano Edwin Arrieta, oriundo del municipio de Lorica-Córdoba.
«A falta de abogado, Daniel Sancho ocupa todas las horas del día a estudiar su caso, se ha convertido en una obsesión para él», informó la fuente.
Todo parece indicar que a este joven le está quitando el sueño el hecho de que exista la posibilidad de que dicten en su contra una pena de muerte, ya que según la justicia tailandesa el crimen que cometió el pasado 2 de agosto se hizo con premeditación y alevosía.
El As bajo la manga de la defensa de Daniel Sancho
Pese a lo anterior, los abogados de Daniel Sancho están trabajando en demostrar en el juicio que el homicidio y descuartizamiento de Arrieta no se dio de manera premeditada, sino como resultado de un impulso por una pelea entre la víctima y el victimario.
Para ello presentarán como prueba la compra de dos tiquetes de avión con ruta Tailandia-España y con fecha de 31 de agosto, a nombre de Sancho y Arrieta, lo que, según los juristas, confirma que ambos planeaban volver a territorio europeo después de disfrutar de las fiestas de la Luna Llena.
Cualquiera que sea el caso, lo que sí está claro es que Daniel Sancho pasará el resto de sus días en prisión, ya que, si no dictan en su contra la pena de muerte, recibirá entonces la condena a cadena perpetua en Tailandia, dado que el primer intento para que lo extraditaran a España, tuvo una respuesta negativa.