A sus 71 años, el ídolo de la música popular colombiana falleció en la clínica Las Américas, en Medellín, luego de haber ingresado tras sufrir un colapso súbito en su hogar.
La vida del Rey del Despecho, como era conocido en el mundo artístico, estuvo marcada desde muy temprano por dos tragedias en su familia, en un accidente con arma de fuego el cantante mató a su papá, y años después, una de sus hijas murió al ser alcanzada por una bala perdida.
En una entrevista con Canal Caracol en 2016, Gómez contó que, a sus 24 años de edad, mató a su padre por accidente, episodio que lo llevó a querer quitarse la vida en varias ocasiones.
“A mi papá lo enyerbaron. Sabemos quién le dio el maleficio por ser amante de él. (…) Le dieron el maleficio tan concentrado que a mi papá le dio por matar a mi mamá”, explicó Gómez. Y agregó, “él llegaba y cuando tenía mucha rabia, decía que la tenía que matar. Incluso, decía algunas veces, que él quería matarla a ella y que también acabar con los hijos, y que, por último, matarse él”, relató.
Una noche de 1975, alrededor de las 11:00 p.m., ocurrió la tragedia, su padre había agredido a su mamá, “Le dio unos cinco planazos a mi mamá y, luego, le dio un puño en un costado de su nariz que la tiró al suelo. Ella quedó derramando sangre. Creímos que la había matado”, expresó.
Tras esto, el padre de Darío tomó una escopeta, “le apuntó para matarla”, relató. “Yo me le tiré y le agarré la escopeta y salí corriendo con ella a botarla a la huerta. Pero cuando salí corriendo con ella yo no sabía que estaba montada”, sin querer apretó el gatillo y el arma se disparó.
“Salí corriendo. Yo era el niño mimado de mi papá, qué desgracia tener que haber quedado en mis manos. Yo me quería suicidar. Yo dije, pero cuál es la forma de yo quitarme la vida”.
Años más tarde, en 2002, murió su hija, luego de haber quedado en medio de un enfrentamiento de pandillas en un barrio de Medellín y una bala perdida la alcanzó.