El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó a Nicolás Maduro ganador de las elecciones presidenciales con el 51% de los votos. Sin embargo, el principal bloque opositor sostiene que posee el 85% de las actas de votación, las cuales darían una amplia victoria a Edmundo González Urrutia, su candidato.
Ante esta situación, Estados Unidos advirtió que la paciencia de la comunidad internacional está agotándose respecto a la falta de transparencia en la publicación de las actas de votación. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, exigió que las autoridades venezolanas publiquen los resultados completos y detallados de las elecciones. El Centro Carter, observador internacional invitado por Venezuela, concluyó que los comicios no fueron democráticos, una posición que la administración Biden respalda.
Kirby también expresó preocupación por la posible represión contra líderes opositores y las órdenes de arresto que podrían ser emitidas por Maduro y sus representantes. Asimismo, el viceportavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, subrayó que la presión internacional para la publicación de las actas de votación está en aumento.
La ONU, la Unión Europea, y varios países, incluidos Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile, México, Argentina y España, han pedido la publicación de las actas para verificar los resultados. Mientras tanto, miles de venezolanos han salido a las calles para protestar contra lo que consideran un fraude electoral. En respuesta, la OEA ha convocado una reunión extraordinaria en Washington para abordar la situación en Venezuela.