Jimmy Carter, expresidente de Estados Unidos y laureado con el Premio Nobel de la Paz en 2002, falleció a los 100 años en su residencia de Plains, Georgia. El exmandatario murió en la casa que construyó junto a su esposa Rosalynn en la década de 1960.
Durante su presidencia (1977-1981), Carter destacó por su habilidad en la diplomacia internacional, logrando acuerdos cruciales como los Acuerdos de Camp David entre Egipto e Israel, la devolución del Canal de Panamá a Panamá y el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. Además, impulsó medidas medioambientales de gran importancia, como la Ley de Conservación de Tierras de Alaska, que protegió más de 417,000 kilómetros cuadrados de territorio.
Después de dejar la Casa Blanca, Carter continuó su labor en la defensa de los derechos humanos y la mediación internacional al fundar el Centro Carter junto a su esposa. Esta organización no gubernamental ha jugado un papel importante en la resolución de conflictos en países como Haití, Siria, Venezuela, y el Medio Oriente, entre otros.
A lo largo de su vida, Carter se distinguió por su activismo social, luchando contra la discriminación racial, defendiendo los derechos LGBTQ+ y promoviendo la protección del medio ambiente. En su mandato, promovió leyes sobre energías renovables y una nueva Ley Nacional de Energía.
Nacido en una familia humilde, hijo de una enfermera y un inmigrante inglés, Carter sirvió en la Marina antes de incursionar en el negocio familiar de cacahuetes. Su carrera política también incluyó ser gobernador de Georgia y senador estatal, hasta llegar a la presidencia en 1976, cuando derrotó al republicano Gerald Ford.
A pesar de enfrentar desafíos como una grave recesión económica, la crisis de los rehenes en Irán y la guerra en Afganistán, su administración dejó un legado significativo. Aunque fue derrotado por Ronald Reagan en las elecciones de 1980, Carter mantuvo un alto índice de aprobación, alcanzando un 55% al final de su mandato.