John Poulos ofreció una nueva versión sobre el feminicidio de Valentina Trespalacios, más de un año después del crimen y por primero confesó que si la mató, al explicar que cometió el asesinato durante un encuentro sexual y argumentó que su intento de esconder el cuerpo y huir del país se debió al temor de ser asesinado en la cárcel por su crimen.
Sin embargo, la Fiscalía ha presentado pruebas que sugieren que Poulos mantenía una posición de poder sobre la joven y exhibía comportamientos celópatas, lo que lo sitúa como culpable de feminicidio agravado con ocultamiento de pruebas.
A lo largo del proceso judicial, Poulos ha dado dos entrevistas a medios de comunicación en las que ha ampliado detalles sobre el crimen, aunque la defensa asegura que el juicio ha avanzado satisfactoriamente. En esta nueva declaración ante el juez, Poulos admitió que la muerte de Valentina ocurrió durante un acto sexual y explicó que la amarró con una cuerda, pero que no reaccionaba cuando se dio cuenta de su fallecimiento. Afirmó haber consumido drogas esa noche y sentirse desorientado, al igual que la víctima.
La confesión de Poulos sorprendió a la sala, y él mismo expresó que la situación lo había «derrumbado» porque amaba a Valentina. Aunque aseguró que nunca planeó el crimen, la investigación reveló que Poulos había alquilado el apartamento donde ocurrió el feminicidio por un corto período, a pesar de haber planeado vivir allí con su entonces pareja.
La defensa ha intentado demostrar que el delito debe ser considerado homicidio y no feminicidio, argumentando que esto reduciría su pena. Sin embargo, la Fiscalía sostiene que se trata de un feminicidio, y esta postura ha marcado el rumbo del proceso judicial.