La justicia española sigue investigando con cautela la denuncia de abuso sexual contra el futbolista Dani Alves, y mientras tanto él está a punto de completar un año preso en una cárcel de la ciudad de Barcelona-España, mientras se determina su culpabilidad o inocencia.
Él, a través de su defensa, sigue manteniendo la versión de que no forzó a la mujer a nada y que todo lo que ocurrió se dio porque ambos así lo querían. Recordemos que los hechos ocurrieron al interior de una discoteca de la capital catalana, en donde el jugador y la mujer coincidieron la noche del 30 de diciembre.
Ahora bien, recientemente se conoció la versión de la víctima, en la que ella asegura que aquella noche Dani Alves la invitó al baño del establecimiento nocturno y estando allí la forzó para cometer actos que ella no estaba dispuesta a cumplir por voluntad propia.
«Él estaba detrás de mí, yo tenía a mi prima delante. Entonces recuerdo que él se apartó y me hizo un gesto como que yo fuera hacia él. Hasta que al final del todo pensé, habla con él a ver qué quiere, y no pensé nada más. Fui hacia allí a hablar con él. Yo en ningún momento sabía dónde estaba yendo», dijo.
«Yo recuerdo dirigirme donde estaba él. Pero yo no sabía ni me llegué a imaginar dónde me estaba llevando. Entonces, llegamos allí y era una puerta, él la abrió y yo entré, y cuando entré vi dónde me estaba metiendo, vi que era un lavabo diminuto, vi que era muy, muy enano, yo creo que en ese momento empezó mi shock», agregó.
«Recuerdo que me levantó el vestido y me hizo sentarme encima de él. Yo recuerdo decirle: no puedo. Y él me empezó a decir muchísimas cosas. Me insistió en que le tenía que decir que era su put*** y a partir de ese momento recuerdo resistirme. Me subió el vestido y me hizo sentarme encima suya», precisó.