Varios sectores políticos de Colombia están de luto tras la inesperada partida de Piedad Córdoba, senadora del Pacto Histórico, quien para sus afines será recordada como una incansable defensora de la paz y los derechos humanos. El Congreso de la República ha confirmado que el cuerpo de la fallecida será velado en cámara ardiente este lunes, en un sentido homenaje que honra su rol legislativo en varios períodos.
La senadora María José Pizarro expresó su dolor, resaltando que, a su juicio, Córdoba tuvo una contribución significativa a la liberación de secuestrados. Pizarro subrayó el papel que jugó en la promulgación de la ley de cuotas y su activismo en la defensa de los derechos de las mujeres y las comunidades afrodescendientes.
Heráclito Landíñez, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, también se pronunció al respecto y habló de lo que definió como un «compromiso» de la difunta senadora con la diversidad sexual y su agenda progresista dentro del pensamiento liberal.
Vale decir que pesar del duelo, se han registrado comentarios polémicos, como el trino del congresista JotaPe Hernández y las observaciones de la excandidata presidencial Íngrid Betancourt. No obstante, la compañera de secuestro de Córdoba, Clara Rojas, recordó agradecida que gracias a la líder fallecida, recuperó su libertad. Sigifredo López, también víctima de secuestro elogió el papel determinante de Córdoba en el acuerdo humanitario.
«Yo estoy vivo y solo tengo gratitud con Dios, con la vida, con todas las personas que ayudaron para el tema del acuerdo humanitario y obviamente Piedad Córdoba jugó un papel muy importante, yo diría que determinante, para la liberación de los pocos secuestrados que al final quedamos después de un botín de 86 que estábamos en ese botín de guerra que tenían las FARC», expresó López.
Personalidades destacadas, como el expresidente Ernesto Samper, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, expresaron sus condolencias. La despedida de la líder política se llevará a cabo en tres ceremonias: en Quibdó, en Medellín, y en Bogotá.