El caso de Deivis Miguel Álvarez, un hombre de 42 años originario de Marialabaja (Bolívar), ha conmocionado al país después de que se conociera que estuvo encadenado a una cama durante 20 años por su propia familia. La situación salió a la luz gracias a una fotografía compartida en redes sociales por un familiar de los Álvarez, revelando las condiciones inhumanas en las que vivía Deivis dentro de una habitación pequeña y mal iluminada.
Las imágenes mostraban a Deivis encadenado en los pies y viviendo en condiciones extremadamente precarias. Ante esta situación, las autoridades municipales de salud intervinieron el hogar para restablecer los derechos de Deivis. Maribel Pacheco, secretaria de salud de Marialabaja, describió el escenario encontrado, donde Deivis se encontraba encadenado en una cama de cemento, sin almohada ni colchoneta, y con un hueco donde aparentemente realizaba sus necesidades fisiológicas.
Según relatos de la familia, Deivis fue encerrado y encadenado desde los 16 años debido a un supuesto maleficio que afectaba su comportamiento desde la juventud. El padre explicó que tomaron esta medida extrema como respuesta al maleficio, sin considerar otras opciones. Tras el descubrimiento, Deivis fue trasladado a Cartagena para someterse a exámenes médicos y evaluaciones psiquiátricas.
Las autoridades de salud resaltaron la gravedad de la situación, asesorando a los padres de Deivis sobre las consecuencias de encerrar a una persona de esta manera. Se destacó la importancia de buscar tratamientos adecuados en lugar de recurrir a medidas extremas como el encadenamiento.