El paro de camioneros en Colombia ha generado una serie de efectos negativos significativos a nivel nacional, especialmente en el abastecimiento de productos y en la movilidad. El alza en el precio del ACPM (diésel) es el principal detonante del paro, que ha resultado en bloqueos viales y ha afectado severamente la cadena de suministro de alimentos y combustible. Los transportadores de carga, quienes dependen del ACPM, han expresado su descontento al no encontrar soluciones viables por parte del Gobierno, lo que ha derivado en la movilización y protesta.
Entre los efectos más notables, se encuentra la escasez de combustibles en varias regiones, como es el caso del sur de Santander, y en municipios clave, donde las estaciones de servicio están quedando sin reservas. Además, los bloqueos han afectado el transporte de alimentos, lo que podría resultar en desabastecimiento y el daño de productos perecederos. Ciudadanos han reportado dificultades para regresar a sus hogares debido a los cierres en múltiples corredores viales, lo que ha generado caos y malestar.
El Gobierno, encabezado por algunos ministros del presidente Gustavo Petro, ha intentado establecer un diálogo con el gremio, pero hasta el momento, no se ha llegado a un acuerdo que ponga fin a la situación. La incertidumbre sobre la duración del paro y sus efectos sobre la economía nacional sigue en aumento, mientras que expertos sugieren medidas como subsidios temporales al diésel o incentivos fiscales para aliviar la carga del sector transportador.