En una sorpresiva movida, el presidente Gustavo Petro convocó una reunión de emergencia para el martes 9 de enero de 2024, abordando la situación crítica de la asignación de la sede de los Juegos Panamericanos 2027. Esta medida se tomó después de que la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports) retirara la sede originalmente otorgada a Barranquilla (Atlántico) debido a problemas relacionados con el incumplimiento de pagos por parte del Gobierno nacional, liderado por el propio presidente.
La retirada de la sede fue formalizada por Panam Sports mediante un comunicado oficial, señalando el incumplimiento en los pagos estipulados en el contrato de la ciudad sede. Según dicho contrato, Colombia tenía la obligación de realizar dos pagos, uno en diciembre de 2023 y otro en enero de 2024, por un total de USD 8 millones.
Aunque la Alcaldía de Barranquilla afirmó haber cumplido con su parte y haber realizado el pago correspondiente, el Gobierno no logró completar el segundo pago antes de la fecha límite. Esta falta de cumplimiento llevó a Panam Sports, bajo la dirección de Neven Ilic, a rescindir el contrato y retirar la sede de los Juegos Panamericanos de Barranquilla.
La reunión, considerada como «la última oportunidad» para que Barranquilla recupere la sede en tres años, contará con la participación clave del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, y el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char. Ambos líderes locales buscarán revertir la decisión de Panam Sports y recuperar el derecho de su ciudad a ser la sede de los XX Juegos Panamericanos. La cumbre urgente convocó a todas las partes involucradas, incluidos miembros del Gobierno nacional, la Cancillería, la alcaldía de Barranquilla, el Comité Olímpico Colombiano (COC) y la ministra de Deporte, Astrid Rodríguez.