Cuando milagrosamente las autoridades lograron el rescate de los cuatro niños que pasaron 40 días perdidos en la selva del Guaviare, la mayor de ellos, Lesly, le dijo a su abuelo que se había ocultado con sus hermanos menores en el inhóspito terreno para no volver a quedar bajo el cuidado de su padrastro Manuel Ronoque.
La niña sabía que su única opción sería quedar de nuevo en los brazos de Ronoque, porque la madre había fallecido en el accidente aéreo que los dejó inmersos entre el Guaviare y el Caquetá, y le pareció mejor opción quedarse a la deriva expuesta a muchos peligros, sin protección, ropa ni provisiones.
Tras señalamientos, denuncias y varias investigaciones, la Fiscalía confirmó que lo que decía la menor de 13 años era cierto; su padrastro llevaba años abusando sexulamente de ella y diciéndole que lo hacía porque en el futuro se iban a casar. En este sentido el ente investigador reveló escabrosos detalles de todo lo que vivió la pequeña y ahora está trabajando para que condenen al sujeto.
«Aprovechó los momentos en que se encontraba a solas con la menor, cuando su madre realizaba labores en la chagra y los otros menores no se encontraban en la vivienda, para realizar actos sexuales abusivos y diversos del acceso carnal, consistentes en el tocamiento de los senos de la menor, en chuparle los senos y apretárselos, tocamientos en la vagina por debajo de la ropa, adicionalmente, le indicaba a la menor que le diera besos”, se lee en el escrito de acusación.
También se dijo que usualmente Manuel Ronoque tomaba «con fuerza a la menor, le baja los pantalones y ropa interior, él también se baja sus pantalones y ropa interior, procede a tomar con fuerza de la cintura a la menor, y la accede carnalmente, introduciéndole su miembro viril en la cavidad vaginal de la menor; indicándole que no podía decirle algo a la mamá porque la mataría. Este preciso hecho se presentó en aproximadamente diez oportunidades”.
Vale recordar que lo primero que hizo este hombre cuando rescataron a los niños, fue pedir su custodia inmediata, pero el ICBF se negó y los dejó bajo custodia del Estado, mientras avanzaban las investigaciones. Semanas después lo capturaron y hoy sigue tras las rejas.